FUNDAMENTO

Según el economista “hereje” chileno Manfred MaxNeef, las necesidades humanas son las mismas en todas las épocas y culturas. Lo que sí cambia de una época a otra (y de una cultura a otra) es la forma de satisfacerlas. Las necesidades identificadas son nueve: subsistencia, protección, entendimiento, participación, ocio, creación, libertad e identidad. La música tiene relación con varias de esas necesidades humanas.

Con la subsistencia, al relacionarse con el descanso y la salud mental.
Con la necesidad de afecto, al sustentar espacios de encuentro, permitir en ellos la expresión de emociones, pilares de la amistad. Con la de entendimiento, al promover la curiosidad, la disciplina y los ámbitos de interacción formativa. Con la del ocio, al justificar el uso del tiempo libre y la realización de espectáculos o acompañar nuestra privacidad.

Con la de Creación, para los que descubren y desarrollan habilidades en el canto, algún instrumento o la danza.
Para con la de libertad, para los que llegan a ser rebeldes y audaces. Y, por último, con la identidad: porque anima los sentimientos de pertenencia y autoestima (en este orden) porque constituye un símbolo, un lenguaje o un valor para determinados grupos, generando ámbito de contención (muy importante en los jóvenes), porque favorece el conocimiento propio y del otro; y porque cumple un rol constituyente en la memoria histórica de los pueblos.

Teniendo en cuenta estos enunciados, LUZ PARA MUNDOS REMOTOS pretende contribuir al desarrollo de la capacidad de audición atenta de la música del mundo, en sus eventuales y oportunos oyentes.

Río Colorado, Río Negro, mayo 2006.

RALPH TOWNER-EEUU

 

 Hijo de un trompetista y de una profesora de piano, el guitarrista, Ralph Towner, aunque de niño estudió ambos instrumentos, solo fue cuando entró en la Universidad de Oregon en 1958, cuando se dedicó en serio a la música. Allí estudio composición y teoría, además de profundizar en el aprendizaje de la trompeta, hasta entonces, su instrumento preferido. En 1962, decidió cambiar a la guitarra coincidiendo con el ultimo año de Universidad. En 1963, marchó a Austria donde estudió guitarra clásica durante todo un año en la "Vienna Academy of Music" con el profesor, Karl Sheltt. Un breve periodo de interrupción lo traslada a su país de nuevo con la intención de doctorarse en sus estudios, y nuevamente regresa a Viena para continuar con Sheltt, ya hasta 1967.

Dijo de su proceso creativo: "...frecuentemente, trabajo sobre mis improvisaciones hasta que una combinación particular de sonidos captura mi atención. Si estuvieras en una playa rocosa y comenzaras a golpear entre sí algunos pares de piedras hasta que encontraras dos que producen una chispa eléctrica, sería una situación análoga a identificar un motivo a partir del que crece una pieza entera de música. Ser capaz de distinguir una serie de sonidos placenteros de una idea musical real es una de las características de ser un compositor. La pieza final narra una historia, pero con el lenguaje de la música, que contiene a todas las emociones de la literatura y la vida pero sin palabras"...