A los 14 años, escuchó a Coltrane en la radio, y quedó deslumbrado, como pájaro sin luz. Cuando el primer saxo llegó a sus manos, él ya estaba preparado.
De Coltrane aprendió varias cosas: que había toda una música no occidental a descubrir, y la dinámica que debía tener un cuarteto. Por entonces, era frecuente que en los países escandinavos se organizaran giras y conciertos de músicos extranjeros. Así, pasaron por Noruega Dexter Gordon, Ben Webster, y Johnny Griffin.
Pinta tu aldea, y serás universal.
El desembarco definitivo del saxofonista Jan Garbarek en el jazz contemporáneo, fue debido a su extensa colaboración con el pianista norteamericano Keith Jarret. A partir de 1974, y hasta fines de esa década, Garbarek integró el cuarteto europeo de Jarret, y participó en los discos Belongings, Luminiscence, My song, Nude Ants, y Personnal Mountain. Posteriormente, Garbarek abandonó esas experiencias para preparar su trabajo personal, plasmada en una trilogía de discos: Dis, en 1976; Eventyr, en 1980; y Legend of the seven dreams, en 1988.
Todos ellos con algo en común: nos hablan de Noruega, sus paisajes, y sus tradiciones folklóricas.