Recomendar un disco para escuchar en tiempos de pandemia puede ser una tarea imposible, por dos razones: primero, porque la simple elección de uno desmerece los miles de otros que sin dudarlo también podría estar recomendando, y segundo porque la cuarentena no constituye un estado de sentimiento estable asociado directamente a una música particular.
Independientemente de esta aclaración, me gustaría nombrar un disco de Keith Jarret que, en su síntesis sonora, representa para mí una pausa en el vértigo de lo cotidiano.
Grabado en 1998, el disco The Melody at Night, with you es un placer indiscutible que todos deben disfrutar. Realizado después de recuperarse del síndrome de fatiga crónica, Jarret encontró un sonido esencial que, según sus palabras en la entrevista para la revista Time, «… fue una de esos pequeños milagros para los que tienes que estar preparado, aunque parte de eso fue que simplemente no tenía la energía para ser inteligente. »