FUNDAMENTO

Según el economista “hereje” chileno Manfred MaxNeef, las necesidades humanas son las mismas en todas las épocas y culturas. Lo que sí cambia de una época a otra (y de una cultura a otra) es la forma de satisfacerlas. Las necesidades identificadas son nueve: subsistencia, protección, entendimiento, participación, ocio, creación, libertad e identidad. La música tiene relación con varias de esas necesidades humanas.

Con la subsistencia, al relacionarse con el descanso y la salud mental.
Con la necesidad de afecto, al sustentar espacios de encuentro, permitir en ellos la expresión de emociones, pilares de la amistad. Con la de entendimiento, al promover la curiosidad, la disciplina y los ámbitos de interacción formativa. Con la del ocio, al justificar el uso del tiempo libre y la realización de espectáculos o acompañar nuestra privacidad.

Con la de Creación, para los que descubren y desarrollan habilidades en el canto, algún instrumento o la danza.
Para con la de libertad, para los que llegan a ser rebeldes y audaces. Y, por último, con la identidad: porque anima los sentimientos de pertenencia y autoestima (en este orden) porque constituye un símbolo, un lenguaje o un valor para determinados grupos, generando ámbito de contención (muy importante en los jóvenes), porque favorece el conocimiento propio y del otro; y porque cumple un rol constituyente en la memoria histórica de los pueblos.

Teniendo en cuenta estos enunciados, LUZ PARA MUNDOS REMOTOS pretende contribuir al desarrollo de la capacidad de audición atenta de la música del mundo, en sus eventuales y oportunos oyentes.

Río Colorado, Río Negro, mayo 2006.

CARMINHO-PORTUGAL

 

Carminho, cuyo nombre real es Maria do Carmo de Carvalho Rebelo de Andrade, es una cantante y compositora portuguesa. Nació el 20 de agosto de 1984 en Lisboa, Portugal, y es hija de la también cantante de fado Teresa Siqueira. Su voz excepcional y su habilidad para transmitir emociones a través de la música la han convertido en una figura destacada en la escena musical.

Además del fado, también explora otros géneros musicales, como la música popular portuguesa, la música popular brasileña y el jazz.

A los 22 años, Carminho decidió emprender una carrera musical después de un largo viaje de once meses alrededor del mundo. Durante su infancia, escuchaba los álbumes de su madre, su principal influencia en el fado, así como otros fados que sus padres escuchaban y cantaban. Su madre también se hizo cargo del local de fados “A Taverna do Embuçado” en Lisboa, donde Carminho tuvo contacto con algunos de los principales cantantes de fado. Desde los 15 años, comenzó a cantar regularmente en ese local. Paralelamente a su actividad como cantante, se licenció en Marketing y Publicidad en el IADE, en Lisboa.