FUNDAMENTO

Según el economista “hereje” chileno Manfred MaxNeef, las necesidades humanas son las mismas en todas las épocas y culturas. Lo que sí cambia de una época a otra (y de una cultura a otra) es la forma de satisfacerlas. Las necesidades identificadas son nueve: subsistencia, protección, entendimiento, participación, ocio, creación, libertad e identidad. La música tiene relación con varias de esas necesidades humanas.

Con la subsistencia, al relacionarse con el descanso y la salud mental.
Con la necesidad de afecto, al sustentar espacios de encuentro, permitir en ellos la expresión de emociones, pilares de la amistad. Con la de entendimiento, al promover la curiosidad, la disciplina y los ámbitos de interacción formativa. Con la del ocio, al justificar el uso del tiempo libre y la realización de espectáculos o acompañar nuestra privacidad.

Con la de Creación, para los que descubren y desarrollan habilidades en el canto, algún instrumento o la danza.
Para con la de libertad, para los que llegan a ser rebeldes y audaces. Y, por último, con la identidad: porque anima los sentimientos de pertenencia y autoestima (en este orden) porque constituye un símbolo, un lenguaje o un valor para determinados grupos, generando ámbito de contención (muy importante en los jóvenes), porque favorece el conocimiento propio y del otro; y porque cumple un rol constituyente en la memoria histórica de los pueblos.

Teniendo en cuenta estos enunciados, LUZ PARA MUNDOS REMOTOS pretende contribuir al desarrollo de la capacidad de audición atenta de la música del mundo, en sus eventuales y oportunos oyentes.

Río Colorado, Río Negro, mayo 2006.

BEATRIZ FERREYRA-ARGENTINA

https://radioteca.net/audio/los-paisaje-sonoros-de-beatriz-ferreyra/


Beatriz Ferreyra es una compositora argentina de música electroacústica residente en Francia.
Nació en 1937 en Córdoba.
Estudió piano con Celia Bronstein en Buenos Aires entre 1950 y 1956.Luego viajó a París para seguir con sus estudios de armonía y análisis musical con Nadia Boulanger en 1962 y 1963 (profesora, entre otros, de Astor Piazzolla)

Ferreyra llegó a París desde su Argentina natal fantaseando con la idea de comenzar allí una carrera pictórica. Se había formado como pianista, pero la música clásica dejó de interesarle. Sus planes cambiaron cuando se topó por azar con el Grupo de Investigaciones Musicales que dirigía Pierre Schaeffer, padre del sonido electroacústico. Así fue como Ferreyra comenzó a recortar, unir o superponer metros y metros de cinta magnética que contenía grabaciones realizadas previamente. Después de montarlo todo, el resultado final se mezclaba con otros rollos y filtros, dando lugar a una partitura auditiva de estructura compleja.