FUNDAMENTO

Según el economista “hereje” chileno Manfred MaxNeef, las necesidades humanas son las mismas en todas las épocas y culturas. Lo que sí cambia de una época a otra (y de una cultura a otra) es la forma de satisfacerlas. Las necesidades identificadas son nueve: subsistencia, protección, entendimiento, participación, ocio, creación, libertad e identidad. La música tiene relación con varias de esas necesidades humanas.

Con la subsistencia, al relacionarse con el descanso y la salud mental.
Con la necesidad de afecto, al sustentar espacios de encuentro, permitir en ellos la expresión de emociones, pilares de la amistad. Con la de entendimiento, al promover la curiosidad, la disciplina y los ámbitos de interacción formativa. Con la del ocio, al justificar el uso del tiempo libre y la realización de espectáculos o acompañar nuestra privacidad.

Con la de Creación, para los que descubren y desarrollan habilidades en el canto, algún instrumento o la danza.
Para con la de libertad, para los que llegan a ser rebeldes y audaces. Y, por último, con la identidad: porque anima los sentimientos de pertenencia y autoestima (en este orden) porque constituye un símbolo, un lenguaje o un valor para determinados grupos, generando ámbito de contención (muy importante en los jóvenes), porque favorece el conocimiento propio y del otro; y porque cumple un rol constituyente en la memoria histórica de los pueblos.

Teniendo en cuenta estos enunciados, LUZ PARA MUNDOS REMOTOS pretende contribuir al desarrollo de la capacidad de audición atenta de la música del mundo, en sus eventuales y oportunos oyentes.

Río Colorado, Río Negro, mayo 2006.

ILDO PATRIARCA-ARGENTINA


 La vida de Ildo Patriarca bien puede separarse en dos, claramente. Antes y después de Domingo Federico, podría afirmarse, o de un error de información que lo llevo hasta Villa Mercedes (San Luis), en el año 81, a tocar en el Primer Festival Provincial de Tango creyendo en realidad que iba a una peña.

 Casi toda su vida Ildo vivió en Alejandro Roca, o Alejandro, un pueblo de 6 mil almas del centro sur de Córdoba. Desde ahí armó su carrera entre Francia, Suiza, Canadá, Estados Unidos, Brasil y el interior de Argentina. “Todo lo conseguí desde mi casa”, dice orgulloso, “no estuve en la vidriera como tantos y esa fue mi forma de llevar adelante todo esto”.

Nació el 10 de mayo de 1939 en La Carlota (Córdoba). Realizó giras por Francia, España, Suiza, Canadá, EEUU, Brasil, Bolivia,  entre otros países.

 En 2002 fue distinguido en el 4to Festival de Tango de Bs. As en el Colón. Desde 2010 recibe un reconocimiento artístico – gratificación mensual – otorgada por el Gobierno de Córdoba.

El reconocido acordeonista falleció en el año 2014 a los 75 años. 

Raúl Barboza dijo una vez: “Por los juegos armónicos que usaba, creí que Ildo tenía un acordeón especial. Pero no era así. Saberlo resultó una agradable sorpresa”.