FUNDAMENTO

Según el economista “hereje” chileno Manfred MaxNeef, las necesidades humanas son las mismas en todas las épocas y culturas. Lo que sí cambia de una época a otra (y de una cultura a otra) es la forma de satisfacerlas. Las necesidades identificadas son nueve: subsistencia, protección, entendimiento, participación, ocio, creación, libertad e identidad. La música tiene relación con varias de esas necesidades humanas.

Con la subsistencia, al relacionarse con el descanso y la salud mental.
Con la necesidad de afecto, al sustentar espacios de encuentro, permitir en ellos la expresión de emociones, pilares de la amistad. Con la de entendimiento, al promover la curiosidad, la disciplina y los ámbitos de interacción formativa. Con la del ocio, al justificar el uso del tiempo libre y la realización de espectáculos o acompañar nuestra privacidad.

Con la de Creación, para los que descubren y desarrollan habilidades en el canto, algún instrumento o la danza.
Para con la de libertad, para los que llegan a ser rebeldes y audaces. Y, por último, con la identidad: porque anima los sentimientos de pertenencia y autoestima (en este orden) porque constituye un símbolo, un lenguaje o un valor para determinados grupos, generando ámbito de contención (muy importante en los jóvenes), porque favorece el conocimiento propio y del otro; y porque cumple un rol constituyente en la memoria histórica de los pueblos.

Teniendo en cuenta estos enunciados, LUZ PARA MUNDOS REMOTOS pretende contribuir al desarrollo de la capacidad de audición atenta de la música del mundo, en sus eventuales y oportunos oyentes.

Río Colorado, Río Negro, mayo 2006.

JOHN COLTRENE-EEUU

 

El día que Coltrane salió del garaje con A Love Supreme compuesto, su mujer dijo que fue como “ver bajar a Moisés de la montaña”. Por primera vez, el obsesivo Coltrane, siempre insatisfecho con el trabajo, dijo que estaba feliz con lo conseguido: “Es la primera vez que todo está listo. He acabado el proyecto en el papel. Sé exactamente lo que voy a hacer ahora en el estudio de grabación”. Lo que hizo, según sus palabras, fue un álbum que era “una ofrenda a Dios”. “Un intento de decir: ‘Gracias, Dios’. A través de nuestro trabajo, nuestros corazones y nuestras lenguas”.

 A Love Supreme rompe normas en su propio modo de ser y se puede escuchar de más de una manera. Es un experimento enfocado desde una perspectiva tan única, en esa relación directa que busca Coltrane de relacionarse con Dios, que se hace inacabable. Si se escucha de forma lineal funciona, si se escuchan indistintamente sus cuatro movimientos también, pero incluso se puede escuchar siguiendo al saxo predicador, o al mantra que lo rodea mediante cualquiera de sus instrumentos, o agarrándose a esas tres palabras al final del primer movimiento que cantan espectralmente el título del álbum, la definición de Dios, según Coltrane: “A love supreme”. Se clavan en la cabeza y luego uno busca cómo encajarlas o desencajarlas en todo ese universo ardiente.

fuente: https://elpais.com/cultura/2020/04/23/ruta_norteamericana/1587669449_099684.html