FUNDAMENTO

Según el economista “hereje” chileno Manfred MaxNeef, las necesidades humanas son las mismas en todas las épocas y culturas. Lo que sí cambia de una época a otra (y de una cultura a otra) es la forma de satisfacerlas. Las necesidades identificadas son nueve: subsistencia, protección, entendimiento, participación, ocio, creación, libertad e identidad. La música tiene relación con varias de esas necesidades humanas.

Con la subsistencia, al relacionarse con el descanso y la salud mental.
Con la necesidad de afecto, al sustentar espacios de encuentro, permitir en ellos la expresión de emociones, pilares de la amistad. Con la de entendimiento, al promover la curiosidad, la disciplina y los ámbitos de interacción formativa. Con la del ocio, al justificar el uso del tiempo libre y la realización de espectáculos o acompañar nuestra privacidad.

Con la de Creación, para los que descubren y desarrollan habilidades en el canto, algún instrumento o la danza.
Para con la de libertad, para los que llegan a ser rebeldes y audaces. Y, por último, con la identidad: porque anima los sentimientos de pertenencia y autoestima (en este orden) porque constituye un símbolo, un lenguaje o un valor para determinados grupos, generando ámbito de contención (muy importante en los jóvenes), porque favorece el conocimiento propio y del otro; y porque cumple un rol constituyente en la memoria histórica de los pueblos.

Teniendo en cuenta estos enunciados, LUZ PARA MUNDOS REMOTOS pretende contribuir al desarrollo de la capacidad de audición atenta de la música del mundo, en sus eventuales y oportunos oyentes.

Río Colorado, Río Negro, mayo 2006.

DJANGO REINHARDT-BELGICA

 

Nació el 23 de enero de 1910 en Liverchies, Bélgica, en medio de una gira artística familiar y en el seno de una familia gitana. Hijo de Laurence Négros Reinhardt, bailarina y cantante, y de Jean-Baptiste Eugène Weiss, violinista y guitarrista. 

Durante su infancia viajó por Bélgica, Francia, Italia y África del Norte tocando la guitarra, el banjo y el violín. De él se decía que era capaz de interpretar cualquier pieza con sólo oírla una vez. Sus primeros pasos fueron al lado de su padre tocando la guitarra en fiestas y bodas. Tenía su mano izquierda parcialmente paralizada a causa de quemaduras y sólo tenía dos dedos útiles, por lo que tuvo que desarrollar un estilo propio de interpretación. Triunfó en el París de los años 30 y 40. 

 En Francia tuvo problemas con las fuerzas de ocupación tras ser invitado a actuar ante el mismísimo Adolfito. Al decidir no acudir a la cita, Django tuvo que buscar refugio y por dos veces lo solicita en la neutral Suiza. Su demanda fue rechazada en ambas ocasiones por idéntico motivo: no ser "ni negro ni judío". 

El 31 de enero de 1946, en plena celebración del armisticio, Reinhardt y Grappelli grabaron su célebre versión de La Marsellesa a ritmo de swing en los estudios Abbey Road de Londres.

 https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/8427/Django%20Reinhardt