FUNDAMENTO

Según el economista “hereje” chileno Manfred MaxNeef, las necesidades humanas son las mismas en todas las épocas y culturas. Lo que sí cambia de una época a otra (y de una cultura a otra) es la forma de satisfacerlas. Las necesidades identificadas son nueve: subsistencia, protección, entendimiento, participación, ocio, creación, libertad e identidad. La música tiene relación con varias de esas necesidades humanas.

Con la subsistencia, al relacionarse con el descanso y la salud mental.
Con la necesidad de afecto, al sustentar espacios de encuentro, permitir en ellos la expresión de emociones, pilares de la amistad. Con la de entendimiento, al promover la curiosidad, la disciplina y los ámbitos de interacción formativa. Con la del ocio, al justificar el uso del tiempo libre y la realización de espectáculos o acompañar nuestra privacidad.

Con la de Creación, para los que descubren y desarrollan habilidades en el canto, algún instrumento o la danza.
Para con la de libertad, para los que llegan a ser rebeldes y audaces. Y, por último, con la identidad: porque anima los sentimientos de pertenencia y autoestima (en este orden) porque constituye un símbolo, un lenguaje o un valor para determinados grupos, generando ámbito de contención (muy importante en los jóvenes), porque favorece el conocimiento propio y del otro; y porque cumple un rol constituyente en la memoria histórica de los pueblos.

Teniendo en cuenta estos enunciados, LUZ PARA MUNDOS REMOTOS pretende contribuir al desarrollo de la capacidad de audición atenta de la música del mundo, en sus eventuales y oportunos oyentes.

Río Colorado, Río Negro, mayo 2006.

DULCE PONTES-PORTUGAL


 

Con más de 30 años de trayectoria exitosa, Dulce Pontes es, sin duda, una voz imprescindible para los amantes del fado y la música en general.

Pianista, compositora e intérprete, su exitosa "Canção do Mar " -editada en todo el mundo en 1993 y una de las canciones favoritas del público- consagró a Dulce Pontes como la renovadora del Fado.

Sus increíbles condiciones artísticas, su formación clásica y sus inquietudes culturales, han llevado a Dulce Pontes a recorrer el mundo colaborando con los más grandes artistas de diferentes latitudes.

Merece una mención especial su encuentro con el gran Ennio Morricone, fruto del cual se fraguó una intensa amistad y relación profesional de la que surgió en 2003 el gran trabajo discográfico Focus, del que se vendieron más de 300.000 ejemplares, además de las giras mundiales que realizaron juntos.

 La mutua admiración y cariño entre Dulce y el maestro, tristemente desaparecido el pasado mes de julio, se puede apreciar sobradamente en su actual repertorio en el que se encuentran algunos de los temas más emblemáticos del gran genio como es, por ejemplo, "Cinema Paradiso ".