FUNDAMENTO

Según el economista “hereje” chileno Manfred MaxNeef, las necesidades humanas son las mismas en todas las épocas y culturas. Lo que sí cambia de una época a otra (y de una cultura a otra) es la forma de satisfacerlas. Las necesidades identificadas son nueve: subsistencia, protección, entendimiento, participación, ocio, creación, libertad e identidad. La música tiene relación con varias de esas necesidades humanas.

Con la subsistencia, al relacionarse con el descanso y la salud mental.
Con la necesidad de afecto, al sustentar espacios de encuentro, permitir en ellos la expresión de emociones, pilares de la amistad. Con la de entendimiento, al promover la curiosidad, la disciplina y los ámbitos de interacción formativa. Con la del ocio, al justificar el uso del tiempo libre y la realización de espectáculos o acompañar nuestra privacidad.

Con la de Creación, para los que descubren y desarrollan habilidades en el canto, algún instrumento o la danza.
Para con la de libertad, para los que llegan a ser rebeldes y audaces. Y, por último, con la identidad: porque anima los sentimientos de pertenencia y autoestima (en este orden) porque constituye un símbolo, un lenguaje o un valor para determinados grupos, generando ámbito de contención (muy importante en los jóvenes), porque favorece el conocimiento propio y del otro; y porque cumple un rol constituyente en la memoria histórica de los pueblos.

Teniendo en cuenta estos enunciados, LUZ PARA MUNDOS REMOTOS pretende contribuir al desarrollo de la capacidad de audición atenta de la música del mundo, en sus eventuales y oportunos oyentes.

Río Colorado, Río Negro, mayo 2006.

EMAHOY TSEGUË MARYAN GEBROÜ-ETIOPIA

 

 

Emahoy Tsegué-Maryam Guèbrou fue una destacada monja etíope, compositora y pianista, conocida por su interpretación y sus composiciones pianísticas. Nació en Addis Abeba, Etiopía, el 12 de diciembre de 1923 y falleció el 27 de marzo de 2023.

Guèbrou nació en una familia adinerada y fue enviada a un internado en Suiza a los seis años, donde estudió violín. Regresó a Etiopía en 1933 y durante la Segunda Guerra Italo-Etíope, ella y su familia fueron prisioneros de guerra y enviados a campos de prisioneros en Italia. Después de la guerra, estudió con el violinista polaco Alexander Kontorowicz en El Cairo y luego trabajó como asistente administrativo en Etiopía.

Su música ha sido descrita como un blues melódico con fraseo rítmicamente complejo. Durante tres décadas vivió una vida solitaria con apenas actuaciones, una de ellas en el Centro Comunitario Judío en Washington, D. C. el 12 de julio de 2008.

La Fundación de Música Emahoy Tsege Mariam se creó para ayudar a los niños necesitados a estudiar música, tanto en África como en el área metropolitana de Washington, D. C. Además, su vida y obra han sido objeto de documentales y homenajes que resaltan su influencia en la música y su extraordinaria vida.