FUNDAMENTO

Según el economista “hereje” chileno Manfred MaxNeef, las necesidades humanas son las mismas en todas las épocas y culturas. Lo que sí cambia de una época a otra (y de una cultura a otra) es la forma de satisfacerlas. Las necesidades identificadas son nueve: subsistencia, protección, entendimiento, participación, ocio, creación, libertad e identidad. La música tiene relación con varias de esas necesidades humanas.

Con la subsistencia, al relacionarse con el descanso y la salud mental.
Con la necesidad de afecto, al sustentar espacios de encuentro, permitir en ellos la expresión de emociones, pilares de la amistad. Con la de entendimiento, al promover la curiosidad, la disciplina y los ámbitos de interacción formativa. Con la del ocio, al justificar el uso del tiempo libre y la realización de espectáculos o acompañar nuestra privacidad.

Con la de Creación, para los que descubren y desarrollan habilidades en el canto, algún instrumento o la danza.
Para con la de libertad, para los que llegan a ser rebeldes y audaces. Y, por último, con la identidad: porque anima los sentimientos de pertenencia y autoestima (en este orden) porque constituye un símbolo, un lenguaje o un valor para determinados grupos, generando ámbito de contención (muy importante en los jóvenes), porque favorece el conocimiento propio y del otro; y porque cumple un rol constituyente en la memoria histórica de los pueblos.

Teniendo en cuenta estos enunciados, LUZ PARA MUNDOS REMOTOS pretende contribuir al desarrollo de la capacidad de audición atenta de la música del mundo, en sus eventuales y oportunos oyentes.

Río Colorado, Río Negro, mayo 2006.

STEVE REICH-EEUU

 

Steve Reich nació en Nueva York en 1936. Inició sus estudios de música a los cinco años de edad gracias a que su padre, el abogado Leonard Reich, le pagó lecciones de piano. Sin embargo, para Leonard el mundo de la música clásica se reducía a “lo que escucha la clase media” (algunas piezas de Mozart, la Quinta de Beethoven, la Octava de Schubert, un par de arias de Wagner), por lo que el futuro compositor no tuvo contacto con las obras anteriores a 1750 ni posteriores a 1900 sino hasta los 14 años, cuando algunas bienintencionadas amistades lo acercaron a la música barroca, las vanguardias de inicios del siglo XX y el jazz.

 

Fue la libertad improvisatoria de este último género musical lo que más fascinó al joven Steve Reich (en sus propias palabras: “Me impresionaba la inventiva de un John Coltrane, que partía de elementos muy básicos pero era capaz de desarrollar piezas de 10 o 20 minutos sin repetirse”), así que decidió que quería ser baterista de un grupo de jazz. Comenzó a estudiar percusiones y a tocar en clubes de jazz al tiempo que ampliaba su cultura musical escuchando discos de Miles Davis, John Coltrane, Thelonius Monk y Charlie Parker, además de música medieval, barroca, y a los principales compositores contemporáneos de su momento: Béla Bartók, Igor Stravinsky, Arnold Schönberg.

https://musicaenmexico.com.mx/musicomania/steve-reich-estructurar-la-repeticion/