FUNDAMENTO

Según el economista “hereje” chileno Manfred MaxNeef, las necesidades humanas son las mismas en todas las épocas y culturas. Lo que sí cambia de una época a otra (y de una cultura a otra) es la forma de satisfacerlas. Las necesidades identificadas son nueve: subsistencia, protección, entendimiento, participación, ocio, creación, libertad e identidad. La música tiene relación con varias de esas necesidades humanas.

Con la subsistencia, al relacionarse con el descanso y la salud mental.
Con la necesidad de afecto, al sustentar espacios de encuentro, permitir en ellos la expresión de emociones, pilares de la amistad. Con la de entendimiento, al promover la curiosidad, la disciplina y los ámbitos de interacción formativa. Con la del ocio, al justificar el uso del tiempo libre y la realización de espectáculos o acompañar nuestra privacidad.

Con la de Creación, para los que descubren y desarrollan habilidades en el canto, algún instrumento o la danza.
Para con la de libertad, para los que llegan a ser rebeldes y audaces. Y, por último, con la identidad: porque anima los sentimientos de pertenencia y autoestima (en este orden) porque constituye un símbolo, un lenguaje o un valor para determinados grupos, generando ámbito de contención (muy importante en los jóvenes), porque favorece el conocimiento propio y del otro; y porque cumple un rol constituyente en la memoria histórica de los pueblos.

Teniendo en cuenta estos enunciados, LUZ PARA MUNDOS REMOTOS pretende contribuir al desarrollo de la capacidad de audición atenta de la música del mundo, en sus eventuales y oportunos oyentes.

Río Colorado, Río Negro, mayo 2006.

DIEGO EL CIGALA-ESPAÑA

 

Diego Ramón Jiménez Salazar, conocido artísticamente como Diego El Cigala, nació el 27 de diciembre de 1968 en Madrid, España. Desde joven, mostró un talento excepcional para el flamenco, ganando concursos y colaborando con destacados artistas.

En 1998, lanzó su primer álbum en solitario, "Undebel", producido por David Amaya. Este disco contó con la colaboración de grandes músicos como Tomatito y Antón Jiménez, y marcó el inicio de su carrera discográfica.

En 2003, Diego El Cigala alcanzó fama internacional con el álbum "Lágrimas Negras", una colaboración con el pianista cubano Bebo Valdés. Este disco fusionó flamenco y música cubana, y recibió numerosos premios, incluyendo un Grammy Latino.

A lo largo de su carrera, Diego El Cigala ha recibido numerosos premios y reconocimientos, incluyendo varios Grammy Latinos y Premios Ondas. Su capacidad para fusionar diferentes géneros musicales ha sido ampliamente elogiada.

Con una carrera que abarca más de dos décadas, Diego El Cigala sigue siendo una figura influyente en el mundo del flamenco y la música latina. Su capacidad para reinventarse y explorar nuevos géneros asegura que su legado perdurará por muchos años.